TRASTORNOS MENTALES QUE PUEDEN AFECTAR LA SALUD MENTAL DEL DOCENTE

 TRASTORNOS MENTALES QUE PUEDEN AFECTAR AL DOCENTE

Las enfermedades o trastornos mentales son afecciones que impactan su pensamiento, sentimientos, estado de ánimo y comportamiento. Pueden ser ocasionales o duraderas (crónicas). Pueden afectar su capacidad de relacionarse con los demás y funcionar cada día.

La salud mental tiene muchas alteraciones que se conocen como enfermedades o trastornos mentales, que afectan a los procesos afectivos y cognitivos, al estado de ánimo, el pensamiento y el comportamiento. Muchas personas sufren problemas de salud mental de tanto en tanto. En cambio, se convierte en enfermedad mental cuando los síntomas y signos permanecen, provocan estrés en el paciente e impiden funcionar de forma normal.

 La salud mental es motivo de nuestra atención y por una buena razón. Un cuerpo saludable puede prevenir ciertas enfermedades, como afecciones cardíacas y diabetes, y ayudarte a mantener tu independencia a medida que envejeces.

 La salud mental es igual de importante que la salud física, y no hay que descuidarla.

Dentro de los trastornos mentales más comunes están:

1.    1. Trastornos de ansiedad.

Partimos del hecho que la ansiedad es normal en situaciones de estrés. Sin embargo, se considera trastorno de ansiedad cuando los síntomas provocan demasiada angustia o un deterioro funcional grave en la vida del paciente, impidiéndole funcionar en su vida. Dentro de los trastornos de ansiedad hay:


1.1 Ataques de pánico. Aparición repentina de temor o terror, asociado a sentimientos de muerte. Entre los síntomas hay falta de aire, dolor en el pecho, malestar y palpitaciones.

1.2 Fobias. Muchos pacientes sienten un miedo que no pueden tolerar ni controlar hacia determinados hechos, objetos o animales. Así, sufren un miedo irracional hacia ése estímulo, con un comportamiento de evitación. Hay muchas fobias pero entre las más comunes se encuentran: fobia a algunos animales (serpientes, arañas, perros…), fobia social (no tiene que ver con la timidez y se traduce con un miedo ante situaciones de interacción social), agorafobia (miedo a los espacios abiertos), fobia a volar en avión, a conducir algún vehículo, a los ascensores, a los payados, a los dentistas, a las tormentas, a la sangre, entre muchas otras.

1.2.1 La fobia social es un trastorno de ansiedad muy habitual, y no debe confundirse con la timidez. Es un fuerte miedo irracional hacia situaciones de interacción social, pues la persona que padece este trastorno siente ansiedad extrema al ser juzgado por otros, al ser el centro de atención, por la idea de ser criticado o humillado por otros individuos e, incluso, al hablar por teléfono con otras personas.

1.2.2 La agorafobia, de manera habitual, suele definirse miedo irracional a los espacios abiertos, como las grandes avenidas, los parques o los entornos naturales. Pero esta definición no es del todo cierta. El estímulo fóbico no son los parques o las grandes avenidas, sino la situación de tener un ataque de ansiedad en estos lugares, donde puede ser difícil o vergonzoso escapar, o donde no es posible el recibir ayuda.

1. 3 Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT). Se da cuando la persona ha sido sometida a una situación traumática que le provoca una experiencia estresante psicológicamente. Entre los síntomas hay pesadillas, ira, fatiga emocional, irritabilidad, etc.

1.4 Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC). Es una condición en la que la persona tiene pensamientos, imágenes o ideas intrusivas. Se relaciona con la ansiedad y por asociarse sensaciones de angustia, temor y estrés continuado. Los pensamientos que causan malestar y obsesiones en el paciente hacen que la persona haga acciones o compulsiones para minimizar la ansiedad. Entre estos movimientos obsesivos están comprobar continuamente alguna cosa, contar, organizar mucho las cosas, lavarse continuamente, repetir palabra.

1.5 Trastorno de ansiedad generalizada. Preocuparse por las cosas es normal, pero no cuando es algo que ocurre continuamente e interfiere en la vida de la persona. Las personas con este trastorno suelen preocuparse por todo: estudios, trabajo, relación de pareja, salir de casa y poder tener un accidente, etc. Esto, como consecuencia, provoca problemas de sueño, fatiga, tensión muscular, náuseas.

2.Trastornos del Estado de Ánimo

Existen distintos tipos de trastornos del estado de ánimo o trastornos afectivos y, como su nombre indica, su principal característica subyacente sería una alteración del estado de ánimo del individuo. Los más habituales son los siguientes:

2.1 Trastorno Bipolar: El trastorno bipolar  puede afectar a cómo se siente una persona, piensa y actúa. Se caracteriza por cambios exagerados en el estado de ánimo, desde manía a la depresión mayor.  Trastorno afectivo bipolar, este trastorno afecta a alrededor de 45 millones de personas en todo el mundo. Se suele caracterizar por la alternancia de episodios maníacos y depresivos separados por periodos de estado de ánimo normal. Durante los episodios de manía, el paciente presenta un estado de ánimo exaltado o irritable, hiperactividad, verborrea, autoestima elevada y una disminución de la necesidad de dormir. Las personas que presentan solamente episodios maníacos y no sufren fases depresivas también se clasifican dentro del diagnóstico de trastorno bipolar.

Se dispone de medicamentos que estabilizan el estado de ánimo con los que atajar eficazmente las fases agudas del trastorno bipolar y prevenir las recidivas. Además, el apoyo psicosocial es un elemento esencial del tratamiento.

2.2 Trastorno de Depresión: La depresión es un trastorno mental frecuente y una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo. Afecta a más de 264 millones de personas en todo el mundo, con mayor prevalencia en las mujeres que en los hombres.

El paciente con depresión presenta tristeza, pérdida de interés y de la capacidad de disfrutar, sentimientos de culpa o baja autoestima, trastornos del sueño o del apetito, cansancio y falta de concentración. También puede presentar diversos síntomas físicos sin causas orgánicas aparentes. La depresión puede ser de larga duración o recurrente, y afecta considerablemente a la capacidad de llevar a cabo las actividades laborales y académicas y de afrontar la vida cotidiana. En su forma más grave, puede conducir al suicidio.

En el tratamiento de la depresión se tienen en cuenta los aspectos psicosociales y se determinan los factores que pueden causar estrés, como las dificultades económicas, los problemas en el trabajo y el maltrato físico o psicológico, así como las fuentes de apoyo, como los familiares y amigos. El mantenimiento o la recuperación de las redes y las actividades sociales son también importantes.

1.    3. Trastornos del desarrollo, incluido el autismo

El concepto de trastorno del desarrollo es un término general que abarca la discapacidad intelectual y los trastornos generalizados del desarrollo, entre ellos el autismo. Los trastornos del desarrollo suelen debutar en la infancia pero tienden a persistir hasta la edad adulta, causando una disfunción o un retraso en la maduración del sistema nervioso central. Por lo general, no se caracterizan por periodos de remisión y recidivas como muchos otros trastornos mentales, sino que siguen un patrón constante.


La discapacidad intelectual se manifiesta por la afectación de facultades de diversas áreas del desarrollo, como las habilidades cognitivas y la conducta adaptativa. El retraso mental afecta a la capacidad de adaptarse a las exigencias cotidianas de la vida.

Los síntomas de los trastornos generalizados del desarrollo, como el autismo, son alteraciones del comportamiento social, la comunicación y el lenguaje, así como limitaciones específicas de cada individuo con respecto a sus intereses y actividades, que realiza repetidamente. Los trastornos del desarrollo suelen iniciarse en la infancia o la primera niñez. En ocasiones, las personas afectadas presentan un cierto grado de discapacidad intelectual.

4. Trastornos de la conducta alimentaria. Los más frecuentes son:

4.1 La anorexia nerviosa. Se caracteriza por una obsesión por controlar la cantidad de comida ingerida, restringiendo la ingesta haciendo dieta, ayuno y ejercicio excesivo.

4.2 La bulimia nerviosa.

Caracterizada por pautas anómalas de alimentación, con momentos de ingesta masiva y otros de eliminación de esas calorías con vómitos, laxantes… Además, este trastorno lleva asociadas alteraciones en el cerebro (degradación de la materia blanca, por donde pasan muchos conjuntos de axones naturales).

4.3 Trastorno por atracón. Es grave y se caracteriza porque la persona ingiere grandes cantidades de comida y siente que pierde el control mientras come. Tras el atracón aparece una angustia severa por el peso.

5. Trastornos de personalidad.

Son trastornos en el comportamiento del paciente que le generan malestar y dificultades en sus relaciones. El Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) o borderline es uno de los más frecuentes, afectando a personas con personalidad débil y cambiante, así como dubitativa. En ellos los momentos de calma pueden convertirse en ira, desesperación o ansiedad. Los síntomas característicos incluyen ira incapaz de ser controlada, esfuerzos por evitar el abandono (real o imaginario), alternancia entre extremos de idealización y devaluación en relaciones interpersonales, autoimagen inestable y sentimientos de vacío. Otro trastorno común es el Trastorno Antisocial (TASP), psicopatía o sociopatía. Se caracteriza porque el paciente tiene tendencia a no relacionarse con la sociedad. Entre los síntomas incluyen: agresividad, tendencia a la soledad, violencia, mentir, etc. Además, suelen ser personas tímidas, con tendencias depresivas y ansiedad social.


5.1 Trastorno Límite de la Personalidad (TLP): El trastorno limite de la personalidad o borderline se caracteriza porque las personas que lo sufren tienen una personalidad débil y cambiante, y dudan de todo. Los momentos de calma pueden convertirse, al instante y sin previo aviso, en momentos de ira, ansiedad o desesperación. Estos individuos viven sus emociones al máximo, y las relaciones amorosas son intensas, pues suelen idolatrar a la otra persona hasta el extremo.

Algunos de sus síntomas son: ira intensa e incapacidad de controlarla, esfuerzos frenéticos por evitar el abandono, real o imaginario, alternancia entre extremos de idealización y devaluación en las relaciones interpersonales, autoimagen marcadamente inestable, y sentimientos crónicos de vacío.

5.2 Trastorno antisocial (TASP): El individuo que sufre este trastorno se caracteriza por su tendencia a no relacionarse en sociedad, evitando cualquier interacción. Los diferentes síntomas y conductas que caracterizan el TASP incluyen: robos, agresividad, tendencia a la soledad, violencia, mentiras…

Además, las personas afectadas por el TASP tienden a ser tímidas, depresivas y tienen ansiedad social. Este último punto se debe a su temor a ser rechazadas. A pesar de ello, la terapia psicológica es muy efectiva a la hora de manejar los inconvenientes del trastorno antisocial.

6. Trastornos psicóticos.

Son graves y la persona pierde el contacto con la realidad, teniendo alucinaciones y delirios. Entre ellos están los trastornos delirantes o paranoias (la persona está 100% convencida de cosas que no son ciertas) y la esquizofrenia (la persona tiene alucinaciones o pensamientos perturbadores, aislándole de la vida social).

6.1 Trastorno delirante: El trastorno delirante o paranoia es un trastorno psicótico caracterizado por una o varias ideas delirantes. Es decir, que estas personas están totalmente convencidas de cosas que no son ciertas. Por ejemplo, que alguien les persigue para lastimarles.

6.2 Esquizofrenia y otras psicosis: 

La esquizofrenia es un trastorno mental grave que afecta a alrededor de 21 millones de personas de todo el mundo. Las psicosis, entre ellas la esquizofrenia, se caracterizan por anomalías del pensamiento, la percepción, las emociones, el lenguaje, la percepción del yo y la conducta. Las psicosis suelen ir acompañadas de alucinaciones (oír, ver o percibir algo que no existe) y delirios (ideas persistentes que no se ajustan a la realidad de las que el paciente está firmemente convencido, incluso cuando hay pruebas de lo contrario). Estos trastornos pueden dificultar que la persona trabaje o estudie con normalidad.

Síntomas de trastornos mentales

Los síntomas de los trastornos mentales serán distintos según el problema que sufra el paciente, las circunstancias que lo provoquen y demás factores externos. Normalmente los síntomas pueden afectar a la conducta, pensamientos y emociones del paciente, siendo los más comunes:

  • Sentimientos de desánimo y tristeza
  • Incapacidad para concentrarse
  • Pensamientos confusos
  • Altibajos emocionales
  • Cambios repentinos de humor
  • Alejamiento de las actividades que solía hacer y de las amistades
  • Cansancio y baja energía
  • Trastornos del sueño 
  • Delirio, alucinaciones o paranoias
  • Imposibilidad para afrontar los problemas o el estrés de la vida cotidiana
  • Abuso de alcohol o drogas (en algunas ocasiones)
  • Trastornos alimenticios
  • Cambios en el deseo sexual
  • Exceso de enfado o violencia
  •  Pensamientos suicidas

Causa

No hay una sola causa de la enfermedad mental. Varios factores pueden contribuir al riesgo de sufrirla, por ejemplo:

  • Sus genes y su historia familiar
  • Su experiencia de vida, como el estrés o si ha sufrido de abuso, en especial durante la infancia
  • Factores biológicos como desequilibrios químicos en el cerebro
  • Una lesión cerebral traumática
  • La exposición de una madre a algún virus o productos químicos durante el embarazo
  • Consumo de alcohol o drogas
  • Tener una enfermedad seria como el cáncer
  • Tener pocos amigos y sentirse solo o aislado
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