MECANISMO DE DEFENSA
El Origen de los
Mecanismos de Defensa
Para George Vaillant
(1992) los mecanismos de defensa funcionan con una modalidad similar a la del
sistema inmunológico. Por ello, están constitucionalmente determinados, pero en
el ámbito psíquico están sostenidos en las capacidades y recursos que dispone
el Yo para afrontar las amenazas y peligros que despiertan, ya sean las
pulsiones o los estímulos del mundo externo real.
La constitucionalidad
de los mecanismos de defensa está justificada en la universalidad de los mismos,
y estas ideas están en las mismas raíces de la metapsicología psicoanalítica,
ya que hasta el propio Freud planteó operaciones defensivas universales, como
lo es la misma represión. Sin embargo, no todos los individuos utilizan
mecanismos de defensa idénticos, sino que éstos varían entre las diferentes conjuraciones
estructurales del aparato psíquico.
Los mecanismos de
defensa en consecuencia tienen un origen constitucional, sin embargo, debido a
que se modelan con el desarrollo del carácter y la personalidad del sujeto durante
el Inter juego intersubjetivo con las primeras relaciones objétales, así como
remodelaciones a través de experiencias intersubjetivas durante la vida no sólo
tienen un origen constitucional, sino que dependen del tipo de organización de
la personalidad y son modificables por el entorno y transmisibles
intersubjetivamente en forma intergeneracional.
Los llamados “Mecanismos de Defensa del Yo”, son estrategias que utilizamos sin darnos cuenta, cuya función es preservar nuestra autoimagen e intimidad. Son como un mecanismo de control frente a estímulos que la misma psique es capaz de reprimir. Estos mecanismos son las formas inconscientes que tiene el ser humano para que las circunstancias de frustración y conflicto prevalezcan “reprimidas”, reduciendo de este modo la ansiedad y la agresividad que nos puedan producir.
Los mecanismos de defensa están determinados por la forma en que el ego está organizado: cuando está bien organizado, tiende a tener reacciones más conscientes y racionales. Sin embargo, las diversas situaciones vividas pueden desencadenar sentimientos inconscientes, provocando reacciones menos racionales y objetivas y activando luego los diferentes mecanismos de defensa para proteger al Ego de un posible disgusto psíquico, anunciado por estos sentimientos de ansiedad, miedo, culpa, entre otros. En resumen, los mecanismos de defensa son acciones psicológicas que buscan reducir las inminentes manifestaciones peligrosas del Ego.
Todos los mecanismos de defensa requieren una cierta inversión de energía y pueden ser satisfactorios o no en el cese de la ansiedad, lo que permite dividirlos en dos grupos: los mecanismos de defensa exitosos y los ineficaces. Los exitosos son aquellos que logran disminuir la ansiedad ante algo que es peligroso. Los ineficaces son aquellos que no logran disminuir la ansiedad y terminan siendo un ciclo de repeticiones. En este último grupo se encuentran, por ejemplo, las neurosis y otras defensas patógenas.
Cada mecanismo de defensa tiene una forma específica de funcionamiento, conozcamos brevemente algunos de ellos:
c. Condensación: Es un mecanismo por el cual ciertos elementos del inconsciente (contenido latente) se reúnen en una sola imagen u objeto durante el sueño. Consiste en la concentración de varios significados en un único símbolo. El proceso de condensación hace que el relato del contenido manifiesto sea mucho más breve que la descripción del contenido latente. Es un término que surge de las explicaciones psicoanalíticas que dan cuenta de la creación de los sueños.
d. Compensación:
e. Desplazamiento: El mecanismo de desplazamiento siempre está vinculado a un intercambio, en el sentido de que la representación cambia de lugar, y es representada por otro. Este mecanismo también comprende situaciones en las que el conjunto es tomado por la parte.
f. Expiación: Es el mecanismo de recolección psíquica. El sujeto debe pagar por sus errores en el momento en que los comete, esperando en la creencia de que el error será inmediatamente o mágicamente anulado.
Por ejemplo, cavilación obsesiva, ceremoniales pesados, que
son verdaderos actos de expiación, medidas de precaución y toda clase de
fobias, supersticiones e incremento de la escrupulosidad, que es el síntoma primario.
El obsesivo puede llegar así a prohibirse toda acción y toda relación posible.
g. Fantasía: En este mecanismo de defensa, el individuo crea una situación en su mente que es capaz de eliminar el disgusto inminente, pero que, en realidad, es imposible de lograr. Es una especie de teatro mental donde el individuo lleva una historia diferente de la que vive en la realidad, donde sus deseos no pueden ser satisfechos. En esta realidad creada, el deseo se satisface y la ansiedad disminuye.
Ejemplos de fantasía son: sueños de día, o fantasías conscientes, fantasías inconscientes, que son el resultado de alguna represión y las llamadas fantasías originales.
h. Formación reactiva: Es un mecanismo caracterizado por la adhesión a un pensamiento contrario al que ha sido reprimido de alguna manera. En la formación reactiva, el pensamiento recalculado permanece como contenido inconsciente. Las formaciones reactivas tienen la peculiaridad de convertirse en una alteración de la estructura de la personalidad, poniendo al individuo en alerta, como si el peligro estuviera siempre presente y a punto de destruirlo.
j. Introyección: Proceso por el que la persona coloca dentro de sí lo que en realidad está fuera. En este mecanismo de defensa, las amenazas del exterior se internalizan con el objetivo de intentar controlar su efecto en nuestra estabilidad mental.
Ejemplo: al introyectar una persona (y así creer que tenemos el control sobre sus actos) reduce la ansiedad que nos produce su alejamiento.
n. Regresión: Es el proceso de volver a una etapa anterior del desarrollo, en la que la satisfacción era más inmediata, o el disgusto era menor.
Un ejemplo de represión como mecanismos de defensa, sería el que ocurre cuando el aburrimiento nos hace sentir mal y de alguna manera lo cubrimos comiendo, haciendo alguna actividad placentera, ver series, étc.
- Desarrollo de las habilidades sociales
- Fomento de la comunicación asertiva
- Terapia de afrontamiento de problemas
- Mejora de las estrategias de afrontamiento
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